domingo, 16 de septiembre de 2007

Darse un Capricho


Una de las maneras más rápidas de subir la autoestima y de reconectar con el niñ@ interior es darse un capricho... si este capricho incluye cierto nivel de lujo y comodidad es manera también de irse sintonizando con una mayor consciencia de prosperidad.

Los caprichos pueden ser mil cosas y no tienen porqué ser excesivamente caros. Por ejemplo, se puede ir a Sephora o al Corte Inglés y dejarse maquillar gratis por el simple hecho de verse un dia diferente (y sin necesidad de comprar nada de lo que luego te recomienden), te puedes dar un baño relajante con los mejores productos del mundo (de casi todo se puede pedir muestras gratis por internet o en perfumerías), te puedes bajar a desayunar a la cafetería de la esquina de tu casa para hacer de VIP del barrio por un rato, puedes tirarte todo el domingo en la cama con sábanas impregnadas en tu fragancia favorita, comiendo palomitas y helado y viendo pelis en dvd, puedes concertar una cita para probar un Ferrari o un 4x4 o cualquier otra cosa con la que se antoje fantasear (si te vistes elegante y le pones un poco de teatro, nadie tiene por qué saber que no tienes intención ninguna de cambiar de coche!)... Y a partir de aquí la imaginación al poder: hay millones de cosas que puedes hacer. Tu niñ@ interior ya se encargará de darte ideas. Y evidentemente te lo mereces. Si pagarías el precio o regalarías el tiempo por otra persona, vale la pena ya empezar a hacerlo por ti también. Aunque parezca contraproducente da unos resultados increibles.

Os cuento una de mis historias: Ayer vi un anuncio de un restaurante nuevo en Mataró de estilo Vietnamita y Japonés en una revista de publicidad gratuita y a mi niñ@ interior le entraron unas ganas bárbaras de probarlo. Y evidentemente se puso en campaña. Cuando tuve a mi marido convencido (que fue muy fácil), invité a mis primos favoritos y reservé una mesa para cenar. Por teléfono, me ofrecieron un tatami, pero yo dije que no. No sabíamos adónde íbamos y tampoco es cuestión de ser demasiado innocente. Al llegar nos lo ofrecieron de nuevo, pero también dijimos que no, no fuera que el precio resultara ser astronómico.

La cena fue super chula: probamos el menú japonés y el vietnamita; agudizamos nuestros sentidos con tantos sabores y fragancias diferentes y practicando con los palillos... y comimos hasta reventar of course!! Al final de la cena, vino el dueño que es con quién yo había hablado por teléfono y quien ya nos había explicado que eran todos los platos con toda la paciencia del mundo a invitarnos personalmente a una chupito de sake. A los camareros les habíamos dicho que no...realmente ya no nos cabia gran cosa en nuestros saturados estómagos! Pero con tanta insistencia no nos pudimos resistir. Aceptamos el sake y el dueño también nos quiso invitar a ver el tatami... le hacia tanta ilusión que no nos atrevimos tampoco a decirle que no! Y nos enseño el resto del local, que está muy chulo para tomarse algo tranquilamente, y uno de los reservados con el tatami, también con un estilo super glamuroso y acogedor. Al final resultó que el tatami era gratis, valia lo mismo que la cena en una mesa, simplemente se ha de reservar con tiempo porqué sólo hay tres e incluso, si te apetece, te prestan los kimonos con complementos tipo espadas de samurai para que cenes auténticamente a su estilo.

Moraleja de la historia. Ni por un momento se me ocurrió preguntar el precio del tatami y mucho menos imaginarme que era gratis; asumí directamente que era más de lo que estábamos dispuest@s a pagar y que era una experiencia freaky totalmente para VIPS.Y por supuesto, esto no concuerda mucho con lo de "esperar siempre lo mejor". Si lo miro desde la perspectiva de mi niña interior, está claro que se hubiera reido un rato de ver a mi marido y mi primo vestiditos de auténticos samurais y es una experiencia que dejo pendiente, porque puede tener su encanto. Y como sabemos ahora no resulta costosa.

Os pongo la dirección del restaurante por si alguien quiere probar. Ahora es muy nuevo y la atención es super individualizada: tendreis a todos los camareros y al dueño super interesados en saber si todo está bien. No voy a comisión, pero, si vais, podeis decir que os lo he recomendado yo que al igual a la próxima cenamos gratis!!

Vietnam Vong
Avda Puig i Cadafalch, 290-292
(Junto a la gasolinera de la entrada a la carretera de Argentona; donde era el Dara)
08303 Mataró BCN
Tel 937984859
Precio aprox: 25€ por persona (Estilo nuestro que es bastante abundante, por menos también se puede cenar)

Nada más! Aprovecha que es domingo y busca un capricho que puedas darte!

Gisela

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