jueves, 4 de octubre de 2007

Francesco


Si hay un santo que ejerce poderosa influencia sobre mi, no es otro que San Francisco de Asís o Francesco como a mi me gusta llamarle. Conmigo hace cosas raras como llevarme a San Francisco en un viaje que parecía imposible a ver a Wayne Dyer justo ahora hará un año. Y por cierto Wayne Dyer, también tiene una historía muy buena de cuando estuvo en Assissi que la encontrareis publicada en su libro La Fuerza del Espíritu. Es justo que yo le rinda hoy homenajea lo devocional, copiando aquí su oración más conocida y si os apetece añadiros os recomiendo que os rescateis la peli Hermano Sol, Hermana Luna. Es de los años 70 o así y no os dejará indiferentes.

Un abrazo,

Gisela

Señor, hazme un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, siembre yo amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya tristeza, alegría;
donde haya desaliento, esperanza;
donde haya sombras, luz.

¡Oh, Divino Maestro!
Que no busque ser consolado sino consolar;
que no busque ser amado sino amar;
que no busque ser comprendido sino comprender;
porque dando es como recibimos;
perdonando es como Tú nos perdonas;
y muriendo en Ti, es como nacemos a la vida eterna.

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